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Impresoras 3D, modelando el futuro. Lucía García En los últimos años las impresoras 3D se están popularizando, ahora es más común que cualquier persona pueda tener una en casa o encontrar tiendas especializadas donde puedas imprimir la pieza que tú desees.
Básicamente, una impresora 3D es una máquina que emplea bobinas de plástico que derrite mediante calor dándole la forma que se quiera. A pesar de que parece sencillo, manejarlas requiere paciencia y experimentación de “prueba y error”. Una equivocación muy común es creer que basta con insertar un modelo en 3D en la impresora y ella sola hará todo el trabajo; eso no es así. Normalmente el proceso comienza diseñando el modelo, o descargándolo de alguna página web como Thingiverse o Yeggi, a las que cualquiera puede subir su creación para que la gente la imprima, no es necesario que sea “un gran invento”, puede tratarse por ejemplo de un llavero. Después hay que definir los parámetros como: velocidad de impresión, temperatura, tipo de relleno, si son necesarios soportes, etc., para ello existen infinidad de programas, los más conocidos son Simplify3D,Slic3r, ambos de pago, o Cura, de uso libre. Posteriormente, se inserta el archivo del modelo preparado para la impresión en la máquina mediante una tarjeta SD, luego se calibra y finalmentese imprime. Pero la cosa no acaba aquí; tras la impresión, hay que mejorar el acabado de la pieza porque, dependiendo de la calidad de la máquina, se notarán más o menos las capas y habrá que pulir; además, a veces son necesarios soportes que sirvan de punto de apoyo a la impresora, sobre todo cuando los modelos son complejos, para construir las partes que estén en el aire, que también habrá que retirar y lijar. Actualmente el precio de las impresoras 3D ha bajado, pero las de buena calidad siguen siendo bastante caras. Una muy popular es la Anet A8, hoy por hoy es la más barata del mercado, con un coste de unos 150 euros, una calidad de impresión bastante buena y una cama caliente, que es como se denomina la placa donde se sitúan las piezas durante la impresión, bastante espaciosa. El inconveniente es que viene desmontada y tienes que montarla tú mismo; pero si eres un “manitas” y tienes mucha paciencia, no tendrás ningún problema. El acabado de la pieza dependerá del tipo de filamento empleado para imprimirla, que puede ser de muchos tipos: plástico, metálico, elástico, de fibra de carbono,etc., siendo necesario adaptar los parámetros de impresión a cada uno de ellos. Las impresoras 3D permiten fabricar modelos únicos, especialmente adaptados a cada caso, a un coste bajo, por lo que ya tienen muchas aplicaciones en todos los campos: en ingeniería, para hacer prototipos; en medicina, para prótesis, etc. Y se está investigando para que en un futuro próximo sea posible ampliar su uso aún más, hasta realizar trasplantes de órganos impresos con células vivas, por ejemplo. Se puede afirmar que el uso de la tecnología de impresión 3D se irá extendiendo y perfeccionando en el futuro. Mientras, cualquiera puede divertirse con su uso doméstico, simplemente para saciar la curiosidad o ejercitar la imaginación, porque con una impresora 3D eres capaz de hacer todo lo que puedas imaginar.
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Octubre 2018
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