gastronomía hasta que te llenes...
Miguel Colmenero Este lunes ha arrancado en el Palacio de Congresos de Madrid la 14ª edición de la Madrid Fusión, donde más de 100 cocineros de 15 nacionalidades diferentes, tendrán que mostrar al mundo durante estos tres días todas sus novedades, como así afirma su directora Lourdes Plana: «Cada edición de Madrid Fusión es una novedad en sí misma porque todo es nuevo, original. Los cocineros se guardan sus novedades para presentarlas aquí». Además este año la MF cuenta con Tailandia y su gastronomía como invitada y un homenaje a la repostería.
En este momento se dice que la cocina está atravesando un fenómeno “postvanguardia”. «En la época de Ferrán Adrià, Andoni Aduriz, etc, se centraron mucho en la técnica. Ahora los cocineros retornan a los orígenes», explica Lourdes. Los cocineros se han llevado todos los flashes, pero la cita ha dado para mucho más: catas, premios, concursos, talleres... También este lunes se ha acercado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. En el stand oficial de Madrid ha nombrado a Mario Sandoval (Coque) embajador de la marca M producto certificado, con una chaquetilla que el chef lucirá todo el año. Además Cifuentes, con una actitud muy informal, se ha atado un delantal para hacer de ayudante de Sandoval en un “show cooking”. En cuanto a los cocineros, el 1º en quedar ojiplático al auditorio ha sido el cordobés Paco Morales y ha aprovechado el momento para anunciar que Noor, su nuevo restaurante, abrirá el 17 de marzo. A continuación, Paolo Lopriore, alma máter del restaurante Il Canto, Siena (Italia). Y seguidamente la Revolución Golosa, en la que cocineros que en sus inicios tuvieron formación como reposteros, como Martín Berasategui, e incluso unas monjas de clausura, han comparecido junto a la alcaldesa, Manuela Carmena, la alcaldesa de la capital, para reivindicar un oficio algo eclipsado por la cocina salada.
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Miguel Colmenero El pueblo de Burgo de Osma, en Soria, celebra los fines de semana de febrero y marzo las Jornadas Rito-Gastronómicas de la Matanza.
En ellas se recupera una antigua tradición arraigada en muchas zonas rurales de la región, en la que familias enteras se reunían en torno a una mesa para sacrificar un cerdo. Este ritual ancestral, en el que se salaban los jamones y se elaboraban artesanalmente morcillas, chorizos, lomos y demás embutidos era, a su vez, una jornada de convivencia y hermandad. Todo este proceso es comentado y explicado a los visitantes que se acercan hasta la localidad. Tras la matanza y una visita al Museo del Cerdo, comienza una comida elaborada a base de carne de cerdo y sus múltiples derivados. En esta lo más conocido es el menú tradicional en el que se pueden degustar 22 platos con la mejor comida de cerdo. Podemos observar estas palabras en su página web, lo que nos hace una idea de cómo es esta experiencia: “Por eso, ten en cuenta este aviso, comensal: no te lo tomes con prisas, el plato estrella, el cochinillo, se hace esperar. Pero cuando llegue, tu boca se hará agua. Palabra de Matanceros.” Información práctica:
Miguel Colmenero Este domingo 17 de enero, se ha celebrado como cada año, el día de San Antonio Abad (San Antón), el santo de los animales. Ya de paso, felicitar a alguno que esté leyendo esto. Y como es tradición bendecir a los animales, pues lo es más el tomarse una buena sanantonada para combatir el usual frío de estas fechas.
Dicho esto, voy a explicar la receta, además zamorana, de este rico plato de cuchara: Ingredientes:
En primer lugar debemos dejar en remojo las alubias blancas durante 24 horas o más para que emblandezcan. También hay que limpiar, cocer y cortar las partes del cerdo (oreja, mano y morro). En este momento podemos guardar algo de caldo para más adelante. Lo siguiente será poner en una cazuela, de un buen tamaño, las alubias con agua fría, el casco de cebolla, las hojas de laurel, los dos ajos, el chorizo y jamón (cortados) y rematamos con un chorrito de aceite virgen extra. A continuación echamos en picadillo, siempre que ya se hayan cocido por completo las alubias, y dejamos que dé todo un hervor. Llegados a este punto, podemos añadir caldo del que reservamos anteriormente y rectificaremos la sal. La morcilla la coceremos, al igual que a la hora de servirla, por separado. Por último, servimos todo junto o las alubias por una parte y la carne por otra, eso ya a gusto personal. Así podremos disfrutar de un buen plato tradicional y casero. |
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