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¿Qué es lo que consideramos un líder?
A menudo las personas confundimos lo que es un líder, seguimos como tal a quien canta la canción de moda de la temporada y lo idolatramos como líder, seguimos la vida del actor del momento que realizó la última serie o película y nos mimetizamos con él, vistiéndonos como él, o peinándonos como él tratando de ser una copia lo más parecida posible, pero... ¿realmente esto es un líder? Si lo consideramos como alguien que arrastra las masas estaremos confundiendo el significado de líder. Todo esto es fruto de la pérdida de valores de este siglo. Ponemos en valor lo que los medios de comunicación nos ponen delante y seguimos lo que las campañas de marketing nos colocan delante de la nariz, si nos fijamos bien estos líderes mediáticos son sólo lo que las campañas de marketing o moda nos implanta para marcar tendencias, y que seguimos como borregos sin tratar de tener criterio propio. Nos ponemos la camiseta de la marca y modelo que el cantante de moda le paga la multinacional para que se ponga y así arrastre a las masas a comprar siguiendo al supuesto líder, nos compramos el modelo de zapatillas de la marca que sea para parecernos a ellos, y realmente nos sentimos bien, no importa pagar un sobreprecio elevadísimo. Por ello, nos sentimos próximos al líder y, por tanto, felices. Pero todo esto es simplemente que nos engañamos a nosotros mismos con el concepto de líder, realmente somos una manada de borregos que nos dirigimos a izquierda o derecha al camino o tendencia que las multinacionales planean por anticipado. Pero un líder no es eso, no es simplemente una imagen de moda; líder es aquel que día a día demuestra valores dignos de admirar, aquel que se equivoca y rectifica, aquel que equivocándose reconoce su error, tiene la maestría de rectificar, corregir, reorganizarse y asumir el fallo asumiendo en todo ello la responsabilidad de su error. En la historia hemos tenido grandes líderes, personas que lucharon por sus ideales, por la libertad de los demás, por el futuro digno, por el bienestar social, y no les importó el sacrificio que les costó el luchar por conseguirlo. Buscaban el bienestar común, el bien para los demás, y en la mayoría de los casos les costó la vida luchar por eso. Pero los líderes no son eso, no son cosas materiales y en la actualidad la confusión existe. Consideramos que son las cosas materiales lo que seguimos y las deseamos en vez de los valores que nos llenan en nuestro interior.
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El 11 de mayo de 1916 nació Camilo José Cela, uno de los mejores novelistas de los últimos tiempos, y, ayer, 11 de mayo de 2016 habría cumplido 100 años si una insuficiencia cardiopulmonar no hubiera acabado con él en el 2002.
Estudió Medicina en la Universidad Complutense, aunque la abandonó para asistir, en la nueva Facultad de Filosofía y Letras, a las clases de Literatura española. Su primera novela La familia de Pascual Duarte se publicó en 1942 y es uno de los títulos más vendidos, posiblemente, el más traducido de la novelas españolas del siglo XX. Debido a la censura que sufría España, su novela La colmena (1951), obra en la que se narra la vida miserable de unas personas en el Madrid de los años posteriores a la Guerra Civil tuvo que publicarse en Buenos Aires. Otras obras suyas son: Cristo versus Arizona 1988), Viaje a la Alcarria (1948), San Camilo 1936 (1969)... En 1989 recibió el Premio Nobel de Literatura y en 1995 el Premio Cervantes. En 1996 le nombraron marqués de Iria-Flavia.
Es importante que educar moralmente ocupe un lugar importante en nuestra sociedad y en nuestra vida.
Convivimos con distintos modelos de vida, propios de una sociedad abierta y plural. En estos contextos sociales diversos y complejos deberíamos construir criterios morales propios, razonados y solidarios. Educar moralmente no debe reducirse solo a adquirir habilidades personales para tener decisiones propias, sino que hay que desarrollar y facilitar la formación de la capacidad de construir una vida justa. Por tanto debemos construir una vida justa aceptando la variedad de puntos de vista y las diferentes creencias y maneras de entender lo que para cada uno es una vida buena. La finalidad principal de educar moralmente es formar personas autónomas, dialogantes, respetuosas y tolerantes, que estén dispuestas a comprometerse personal y socialmente con una actitud crítica, abiertos a los demás y sobre todo respetando siempre los derechos humanos. Para ello, es adecuado desarrollar estrategias de autorregulación, de toma de conciencia de las diversas realidades que nos rodean. Es importante también procurar que las personas, desde muy pequeños, se impliquen en actividades sociales que supongan comprometerse y responsabilizarse en ayudar a alguien o colaborar en actos humanitarios. Todo lo que realicemos debe ser el resultado de una decisión acompañada de una reflexión propia.
Nos situamos en Afganistán, concretamente en el monasterio de Mes Aynak, una reliquia arquitectónica de dudoso futuro. Siete monasterios budistas se encuentran sobre la segunda mina de cobre más grande del mundo y esto es lo que pone en peligro esta obra maestra que se sitúa entre los siglos III y VIII. El lugar en el pasado destacó por la gran cantidad de personas que se concentraban en él: comerciantes, mineros, monjes, leñadores… procedentes de diversas partes del mundo; era importante también la presencia de personas de otras religiones, dado que se trataba de un lugar propiamente budista. En definitiva, este lugar albergaba una gran variedad de culturas, religiones, nacionalidades y oficios, algo admirable para la época. A través de los años estas ruinas, descubiertas hace siete años, han sufrido continuos ataques y, a pesar de que hoy siguen en pie, podrían recibir su última estocada no en mucho tiempo. En 1980 la zona fue minada por los rusos y posteriormente hospedó a los talibanes, quienes levantaron allí su campamento. La trágica situación llevó a los arqueólogos a permitir que los talibanes tomaran tesoros con el propósito de que se marchasen del lugar. Tras varios años de tregua, aparece una nueva amenaza, el Gobierno afgano; se descubre una gran fuente de cobre bajo el escenario y la empresa china China Metallurgical Group Corporation ha llegado a un acuerdo para explotarla. Dicho acuerdo consiste en el pago de 2700 millones de euros que, dada la difícil situación económica de Afganistán, el Gobierno no duda en aceptarlos. Aún no han sido descubiertos todos los tesoros de esta maravilla, por lo que se teme por su desaparición. En este proceso aparecen más factores en contra de su explotación, como la necesidad de grandes cantidades de agua en una zona afectada por la sequía o el desplazamiento de muchos habitantes de la zona. A todo esto se oponen objetivos económicos para sustentar la economía del país y, por ejemplo, la aparición de puestos de trabajo. La explotación ha encontrado diversos baches; la compañía sufrió el bombardeo de los talibanes y posteriormente ocho trabajadores fueron asesinados por los mismos. Llegados a este punto se plantean si merece la pena jugarse la vida para obtener los recursos, y la explotación se ha aplazado, dando un respiro al patrimonio arquitectónico del mundo entero.
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Autor·Raquel Ramos Archivos
Octubre 2017
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