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MIEDO Y VALENTIA Podría comenzar con una definición de la palabra “miedo” con el objetivo de partir de una base sólida sobre la cual empezar a construir la que será mi reflexión acerca de este tema; sin embargo, no creo que exista ninguna definición concreta para este término, ya que, al tratarse de una sensación o sentimiento, cada persona lo percibe de una manera. Para mí el miedo es uno de los mayores obstáculos que nos vamos a encontrar a lo largo de nuestra vida. Es aquello que nos va a impedir crecer como personas, superarnos a nosotros mismos. Por eso creo, que si a algo debemos temer es al propio miedo, como expresó Giacomo Leopardi, poeta italiano del Romanticismo, en la siguiente frase: “No temas ni a la prisión, ni a la pobreza, ni a la muerte. Teme al miedo”.
A pesar de esto, el miedo no siempre es malo. En ocasiones nos vuelve más cautos, agudiza nuestros sentidos y nos hace ser más prudentes. Gracias a esto, evitamos enfrentarnos a situaciones demasiado peligrosaso cometer insensateces. Sin embargo, yo estoy hablando de otro tipo de miedo, aquel que experimentamos cuando pensamos en la soledad, el rechazo o el fracaso, aquel que de verdad nos impide ser como somos, decir lo que pensamos y actuar como realmente creemos que deberíamos hacerlo. Es esa sensación que sentimos en nuestra tripa, que nos intranquiliza, nos pone nerviosos, nos hace empezar a pensar si seguir hacia adelante o dar marcha atrás. Si queremos que el miedo no se adueñe de nuestras vidas, si queremos ser files a nuestros ideales y valores, si queremos dejar la hipocresía a un lado, debemos ser valientes. La valentía es la única cualidad que nos puede hacer vencer al miedo. Una persona valiente no es aquella que no teme a nada o aquella que realiza actos heroicos, sino que es aquella capaz de superar sus propios miedos. ¿Temor a la soledad o el rechazo? Los que nos quieren no nos abandonarán, y además, otros habrá que compartan nuestros ideales y valores. ¿Temor al fracaso? Pues si me caí me levanto, ya que no es más valiente el que nunca fracasa, sino el que fracasa cien veces y se levanta ciento una. Considero muy necesario ser valiente en la actualidad, en un tiempo en el que la hipocresía está presente en nuestro día a día. Ser capaces de defender nuestras ideas y demostrarlas con nuestros actos es el mayor símbolo de valentía. Un ejemplo en el que creo que deberíamos ser más valientes en nuestra sociedad es la religión. Si yo soy cristiano, por ejemplo, y de verdad creo en dicha religión, tengo que ser valiente para afirmarlo, para decirlo abiertamente, para vencer el miedo a lo que me puedan decir o hacer, teniendo en cuenta la situación que estamos viviendo en la que los seguidores dicha religión son perseguidos y matados, y ser fiel a mis ideales. En definitiva, creo que el miedo es el peor obstáculo y limitación que nos vamos a encontrar a lo largo de nuestras vidas, así que debemos ser valientes para vencer al temor, enfrentarnos a él es lo más importante, y, cuando finalmente lo hagamos, nunca estaremos solos. Soledad Villar
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Autor·Raquel Ramos Archivos
Octubre 2017
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