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Chica de portada y la “gordofobia”
La última portada de la edición estadounidense de 'Vogue' no ha podido ser más polémica y reaviva el debate sobre la hipocresía de mostrar cuerpos femeninos extremadamente delgados en las revistas de tendencias
Esta foto es la portada del último número de la edición estadounidense de Vogue. Las chicas de la playa, de izquierda a derecha, son siete de las modelos más valoradas en las pasarelas y campañas de moda: Liu Wen, Ashley Graham, Kendall Jenner, Gigi Hadid, Imaan Hammam, Adwoa Aboah y Vittoria Ceretti. Puede parecer una portada más como otra cualquiera de supermodelos, pero han sido varios detalles los que han convertido a esta portada en una de las más polémicas de los últimos meses. ¿Por qué el brazo de Ashley Graham (segunda por la derecha) tapa parte de su pierna mientras el resto no lo hace? ¿Por qué Ashley Graham es la única que viste short negro de Miu Miu, mientras el resto de chicas lleva culottes estampados? ¿Por qué Gigi Hadid, la rubia del centro, tiene una mano tan estirada? Las respuestas que más se han escuchado son: Porque así disimula el volumen de su pierna y se asemeja al del resto de las compañeras. Porque el negro estiliza y la hará parecer más delgada en las fotos. Porque probablemente se ha retocado y así puede tapar (más) la barriga de Graham y disimularla. Graham, la modelo de la polémica, no es ninguna novata. Empezó a los 12 años, a los 18 le cambió el cuerpo y se convirtió en modelo de tallas grandes. Siempre ha defendido que su cuerpo es como el de la mujer media estadounidense y se autoproclama ‘activista del cuerpo femenino’. Forbes la eligió en 2016 como una de las 30 personas menor de 30 años más influyente del mundo en el campo del arte y el estilo. A sus espaldas lleva cinco portadas en grandes revistas el año pasado (en 2015 consiguió una en Sports Illustrated) y una facturación de más de 1,6 millones de dólares en ventas en la línea de lencería que diseña para la marca canadiense Adition Elle. Motivos para estar en esa portada no faltaban. La verdad es que este miedo ‘gordofóbico’ de las publicaciones podría no tener fundamento. El público no siempre responde de forma negativa ante una portada con una mujer lejos de los estrictos cánones corporales autoimpuestos por las revistas. Al menos, a la hora de hacer caja. En 2012, la portada de Adele fue la segunda más vendida de ese año de Vogue en Estados Unidos ( alrededor de 410.000 ejemplares). Curiosamente, la ex editora del Vogue británico, Alexandra Schulman, escribió que colocar a la misma cantante en su portada fue una de las peores estrategias que ha tenido (no lo especificó, pero dijo al respecto: “Adele será la mujer más famosa del mundo, pero una de las peores vendedoras que he tenido”). Se puede asegurar que el desnudo en portada de Beth Ditto en la revista Love en 2009 fue uno de los más aplaudidos y de los que más repercusión ha tenido. Katie Grand, la por entonces editora de la revista, lo tuvo claro. “El aspecto de Beth no destaca sus imperfecciones, sino las nuestras… Ella es feliz con quién es y cómo es. ¿No desearíamos todos levantarnos por las mañanas y sentirnos así?”.
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Diciembre 2018
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